Stop Sida ya se ha adherido al Pacto Social en su compromiso con la lucha contra el estigma, por los derechos y la no discriminación hacia las personas que viven con el VIH. Con ella, iniciamos una serie de entradas en las que las organizaciones y entidades adheridas nos explican, en primera persona, quiénes son y cuál es su labor.
ÍNDICE
Sobre Stop Sida
Stop Sida es una entidad comunitaria LGTB+ (Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales,…) y de mujeres trans y hombres que ejercen el trabajo sexual, voluntarias/os con diferentes identidades, orientaciones sexuales y diversos seroestatus frente al VIH.
Desde Stop Sida promovemos los derechos sexuales y facilitamos el empoderamiento en el cuidado de la salud sexual desde y para la comunidad LGTB+ y las mujeres trans y los hombres que ejercen el trabajo sexual.
Nos marcamos como metas:
- Desarrollar estrategias, fomentar y crear recursos para reducir el impacto del VIH y del sida y otras ITS (Infecciones de Transmisión Sexual) dentro de un marco de promoción de los Derechos.
- Orientar nuestros servicios en el cuidado de la salud sexual, a través del consejo asistido (counselling), de la prevención positiva y de la reducción de daños y riesgos.
- Fomentar la autonomía de la persona reconociendo su calidad de sujeto con derechos y con capacidad para la toma de decisiones en el cuidado de su salud sexual.
- Reivindicar y velar por el acceso universal al sistema de salud pública y servicios sociales. Asimismo, facilitar recursos, asesoramiento y acompañamiento ante la exclusión socio-sanitaria.
- Promover la igualdad social dentro del respeto y la diversidad, desde un abordaje libre de estigmas, de juicios y de prejuicios.
- Impulsar la participación en la comunidad LGTB+ y la cultura democrática en nuestro sistema de toma de decisiones y actividades.
- Mantener el rigor y la independencia en el trabajo, gestionar los recursos con coherencia, eficacia y eficiencia, diversificar los recursos económicos y mantener un equilibrio ético entre capacidades, recursos y objetivos.
- Consolidar nuestra labor vertebrándola en el conjunto de la sociedad, generando dinámicas positivas y enriquecedoras que nos permitan alcanzar objetivos comunes con otras organizaciones sociales, sindicales, entidades nacionales, internacionales y con el conjunto de instituciones.
Servicios que ofrece Stop Sida
Entre los servicios que ofrecemos: prueba rápida ITS; soporte VIH; atención social, sanitaria y jurídica; inserción sociolaboral; atención psicosocial a usuarios de chemsex; programa para mujeres trans y hombres que ejercen el trabajo sexual; atención de consultas en espacios de encuentro entre hombres de forma presencial y virtual; talleres informativos; formación a voluntariado, personal sanitario y otras ONG; campañas informativas y de sensibilización e investigación.
Puedes informarte sobre los servicios que se ofrecen desde Stop Sida entrando en stopsida.org
Sobre la discriminación hacia personas que viven con VIH
La infección por VIH no solo afecta a nuestro propio estado de salud sino a las relaciones sociales y culturales en el país donde residimos. Cuando pensamos en momentos de discriminación se nos vienen a la mente múltiples ejemplo, muchos compartidos, otros específicos de la persona y su situación, pero en definitiva el hecho de ser VIH+ sigue generando discriminación en nuestro entorno.
La primera discriminación que sentimos compartida ocurre al contar nuestro estado serológico, los comentarios de nuestro entorno siempre nos responsabilizan de nuestra situación desde el juicio y la culpa, en algunas ocasiones nos recuerdan que lo que nos pasa es por ser gays (homofobia) y en otras por ser unos “inconscientes”. Esto nos hace sentir incapaces de comunicar nuestro estado de salud por miedo al juicio, mientras que en otras situaciones relacionadas con la salud observamos que no se repiten estos juicios (nadie responsabiliza a una persona por sufrir una diabetes). Cuando adquirimos otra enfermedad, como por ejemplo la gripe, se activan mil alarmas en nuestro entorno, desde las familias/amigos que pronostican lo peor, pensando que es consecuencia del VIH, hasta los centros de salud ordinarios que directamente nos derivan a nuestros especialistas de VIH. A veces simplemente tenemos una dermatitis o un catarro y queremos ser atendidos en las unidades específicas para estas situaciones y no que se nos discrimine por nuestra condición de VIH+. Estas actitudes nos hacen vivir en un continua situación de alerta en relación con nuestra salud y sentimos que no somos atendidos acerca de nuestra necesidad del momento sino basándose en nuestro estado serológico. Seguimos portando el estigma de la fragilidad de nuestra salud aunque tengamos una buena adherencia al tratamiento y, por ello, nuestra salud sea igual a la de cualquier otra persona de nuestro alrededor. En los centros de salud no especializados, habitualmente escuchamos como el VIH es llamado Sida. Esto no solo ocurre en centros de salud no especializados, sino también en entornos públicos e institucionales donde el personal debería estar formado correctamente en esta terminología.
Cuando empezamos a generar vínculos emocionales con otras personas, ya sean amorosos o sexuales como por ejemplo intentar ligar, siempre encontramos situaciones de discriminación. Muchos pasan por culparnos de nuestro seroestatus, algunos nos hacen “sentir como unos cerdos por lo que nos pasó” y otros se sienten “ofendidos” por no haberles dicho antes y nos responsabilizan de cualquier situación, aunque no les hayamos expuesto a ninguna situación en la que se pudiera transmitir el VIH. Encontramos mucha desinformación e información mal transmitida y entendida lo que nos provoca muchas situaciones incómodas, sobre todo cuando se está conociendo a alguien.
Otra discriminación compartida la encontramos en el ámbito laboral, no tanto en comentarios de los/las compañeros/as de trabajo, que normalmente no están al corriente de nuestros estados serológicos, sino cuando vamos a realizarnos las pruebas de control. Ante el miedo a la pregunta “¿De qué son las pruebas?” algunas personas acabamos mintiendo y otras cogiendo días libres. Estas situaciones nos hacen sentir vulnerables ante nuestros/as compañeros/as ya que tenemos que ser conscientes en todo momento de lo que hemos dicho o de lo que vamos a hacer, lo que imposibilita nuestros derechos a vivir y gestionar nuestra salud de forma libre.
“No es fácil hablar de VIH en primera persona” y creemos que esta es la primera discriminación que tenemos que afrontar. Nos faltan referentes positivos, no tenemos ejemplos de personas y sus experiencia con el VIH. Esto es tan necesario para las personas VIH+ como para las personas VIH-, ya que cuando hablemos de VIH sin miedos seremos capaces de acabar con todas las discriminaciones con las que convivimos.
Grupo de trabajo de VIH de Stop Sida.
stopsida.org